8.18.2017

Silencio una vez más.
Oigo retumbar mis latidos
en los sonidos de los electrodomésticos
desde este refugio de la realidad
donde el sol hoy se ha negado a salir.
Expulsando humo por los pulmones
hacia los lugares más oscuros del universo
a la vez que se siente la lenta regeneración de la piel,
de donde se caen las cicatrices
y las plantas las lloran.
El movimiento frenético de mis venas
me hace, de nuevo,
querer verlas de cerca,
observar esta vida vacía
y rozar con mi fantasía
obscena las sábanas.
Así que ahora, hagámoslo a mi manera
lento y duro, meciendo las penas.

8.13.2017

Te he pensado,
te he pensado admirando las fantasmagóricas formas
de un árbol en la oscuridad,
te he pensado soñando entre sombras
todo lo que no podría ser realidad.
Te he pensado, imaginado y destrozado
en sueños.
Para despues reconstruirte a mi imagen y semejanza
y poder criticarte, y odiarte,
y hacerlo así todo más fácil.
Pero no funciona
abro los ojos y ahí estás de nuevo
reflejando con tu mirada esa forma
en la que nunca he podido mirar a nadie.
Te he pensado,
me he pensado,
y me he asustado
una milésima de segundo,
lo que tardaron todos mis pelos
en erizarse ante el susurro de tus dedos.

8.09.2017

Evolución

Veinte años desperdiciados en decidir
si echar por la borda
otra veintena más.
Veinte años para aprender a llorar,
porque hay demasiadas cosas rotas
y no suficiente tiempo para maniobrar.
Cogiendo destreza para cerrar
anuncios de pingüinos
proclamando desde su iceberg,
el fin mundial;
mientras todo un universo paralelo
se abre en la pantalla del ordenador,
iluminandome la cara con porno sideral,
como la luna alumbra
con cariño a sus bastardos.
Un universo a 3000 kilómetros por hora
del que empieza a ser dificil saltar,
y aún más buscar el malabarista
que nos ayude a aguantar en equilibrio
sobre este tren en movimiento.
Y así estamos vacíos,
y nos queremos a medias,
y estamos huecos
y nos buscamos el eco.